Los ocho versos del adiestramiento mental
Londres, 2017 : Sesión 4
Londres, 2017 : Sesión 4
Continuando desde la presentación de esta mañana, ahora voy a hablar del séptimo y octavo verso de Los ocho versos para adiestrar la mente.
En fin, que directa e indirectamente,
le pueda dar toda mi ayuda y alegría a mis madres,
y que pueda tomar secretamente sobre mí,
todo su daño y su dolor.
La práctica principal que se enseña en este verso, creo, es la práctica de tonglen: enviar y tomar. Pienso que la palabra secretamente, que aparece en este verso, se puede interpretar de dos maneras. El primer significado de “secreto” se refiere al hecho de que tradicionalmente, en el linaje Kadampa, las prácticas de intercambiarse uno con los demás, incluido el tonglen o la meditación de enviar y tomar, solían ser secretas y, en general, no se enseñaban a cualquiera. Era la manera en que se mantenían las instrucciones desde el principio en la tradición de Atisha. Solo se daban a ciertas personas que habían hecho los preparativos oportunos y había que abstenerse de enseñarlo a las personas que no eran recipientes adecuados para seguir tales instrucciones.
Otro significado de “secreto” que se puede aplicar aquí es que la práctica de tonglen o la meditación de tomar y enviar quiere decir tomar el sufrimiento y el daño de los demás seres y enviarles todo nuestro beneficio y felicidad. Así llegamos a considerar que el beneficio de los demás es más importante que el nuestro y, de hecho, acabamos valorando que realizar el bien de los demás constituye la forma suprema de realizar nuestro propio beneficio. Cuando lo hacemos, hemos de estar libres de esperar reciprocidad del beneficio que damos a otros; no deberíamos esperar nada a cambio de nuestras acciones beneficiosas, y para evitar el apego a esa esperanza, se enseña que tenemos que beneficiar a los demás de forma secreta; en otras palabras, de tal manera, que ni siquiera sabrán que fuimos los que les ayudamos. Si les beneficiamos de un modo en el que les hacemos saber que somos los que les estamos ayudando, puede llegar a ser una actitud que implica esperanza y expectativa de algún tipo de recompensa.
La práctica de la meditación del tonglen, enviar y tomar, supone enviar toda nuestra felicidad a los seres y tomar todo su sufrimiento, pero es muy difícil efectuar este tipo de transferencia de una forma física. Se han dado algunos ejemplos, en la historia del budismo tibetano, de algunos maestros que de forma literal fueron capaces de tomar físicamente el sufrimiento de otros en sí mismos, pero son ejemplos muy poco frecuentes. Sin embargo, no solo se dice que hay personas vivas que pueden hacer algo así; también hay leyendas de ciertas estatuas que se decía podían tomar el sufrimiento de otros seres. Hay historias de una estatua que se llevaba en un tipo de visita con exposición de reliquias para que la gente recibiera bendiciones de la estatua (El Karmapa dice: No). Se encontraba en una zona en la que había gente que estaba sufriendo de una cierta enfermedad con bultos en la piel y mucha gente estaba muriendo de esa enfermedad. Uno de los síntomas era que salían bultos en la piel y dice la leyenda que cuando la estatua visitó esa zona, empezó a aparecerle bultos y eso quitaba o reducía el sufrimiento de los seres afectados por esa enfermedad. (El Karmapa corrige al intérprete: la estatua no la habían llevado de gira, sino que estaba en un monasterio). Era un monasterio en cuya región había seres que se vieron afectados por una terrible enfermedad. Uno de los síntomas era protuberancias o bultos dolorosos que salían en la piel y dicen que a esta estatua empezaron a salirle bultos y así tomaba el sufrimiento de los demás. Hay historias de este tipo. Hay esa clase de creencia, en ciertos ejemplos de tonglen que han sido muy literales o físicos; pero aparte de eso, sería muy difícil que tomáramos físicamente el sufrimiento de otros seres, además sería dificilísimo que fuéramos capaces de soportar el sufrimiento de todos los seres en nuestro único cuerpo.
Lo principal de la práctica del tonglen no es intentar hacerla físicamente, sino tomarlo como método de adiestramiento mental. Tomarla como una acción mental para ajustar nuestra actitud de forma mental e incrementar la fortaleza de nuestro corazón, para que cuando veamos el sufrimiento de otros seres, en vez de tratar de evadirnos o querer evitarlo, incremente la fortaleza de nuestro corazón y de nuestra compasión. Hace nuestro corazón y mente más grandes y amplios; estamos más dispuestos a salir y a encontrarnos con el sufrimiento de los seres. Al hacer la práctica del tonglen de forma mental, cultivamos la paciencia cada vez más y un corazón fuerte, y hace que esas cualidades florezcan más y más.
El octavo verso dice:
Que nada de esto sea mancillado
por los pensamientos de las ocho preocupaciones mundanas.
Que yo vea todas las cosas como ilusiones
y, sin apego, obtenga la liberación de la esclavitud.
Este verso está relacionado con el punto de vista de la vacuidad. Libre de la cosificación de las ocho preocupaciones mundanas, entrenamos la mente en la visión que es como una ilusión, que ve que las cosas no son reales.
El término “vacuidad” se puede exponer o interpretar de toda suerte de maneras. A veces, la vacuidad se explica que es lo que se llama, “una negación que no implica”. A veces, como “una negación que implica” o, dicho en un lenguaje más sencillo, podríamos decir que la vacuidad a veces se expone queriendo decir “no hay” y otras, significa que es algo que “no es”. La vacuidad no es la nada; el significado elemental de la vacuidad es el espacio básico que es la fuente de todo. Es la fuente de todas las nuevas oportunidades; es lo opuesto a nuestro hábito normal de apego que no deja que surja la frescura.
Nuestro hábito normal es seguir las proyecciones de nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos confusos están todo el tiempo ocupados creando proyecciones, además de lo que, de hecho, está sucediendo. Mediante la vacuidad, soltamos todas esas proyecciones confusas y volvemos a nuestro estado original. Al comprender la vacuidad, toda esa proyección confusa que por lo general tenemos, vuelve a cero y, cuando volvemos a nuestro cero de ese modo, hay espacio nuevo para que surjan nuevas ideas. Si no regresamos al cero así, conectando con la vacuidad, entonces simplemente seguimos nuestras viejas ideas, nuestra antigua confusión y viejos hábitos, y así es muy difícil que nazca la inteligencia fresca. Por lo tanto, comprender la vacuidad nos ayuda a soltar nuestro apego, soltar nuestra cosificación y volver a la frescura, a lo más básico de quiénes somos.
Creo que podemos admitir que lo dicho hasta ahora es suficiente explicación de Los ocho versos para adiestrar la mente. Tal como se ha mencionado con anterioridad, las enseñanzas de Lojong se han creado para ser cortas en cuanto a palabras, pero realmente esenciales en cuanto a su significado. Siento que estas instrucciones que hemos explorado juntos pueden llegar a ser un soporte muy valioso para vuestra práctica, ya que las enseñanzas de Lojong contienen todos los puntos esenciales de cómo practicar. Es más, siento que sería muy valioso y de mucha ayuda si pudierais memorizar las palabras de este texto. El hacerlo os ayudará a tenerlo como un recordatorio más en vuestra vida diaria para practicar las enseñanzas de Lojong, por eso tengo la confianza de que dichas enseñanzas serán de beneficio.
El tercer verso dice:
Que en todas mis acciones vigile mi mente,
y tan pronto surjan emociones perturbadoras,
que al instante pueda detenerlas con fuerza,
ya que ellas van a afectar tanto a mí como a los demás.
Sea cual sea la actividad que estemos haciendo —ir a algún sitio, estar sentados, dormir u otras cosas similares—, siempre deberíamos examinar nuestra corriente mental y siempre que surjan emociones negativas, intentamos, de una forma enérgica o de una forma realmente fuerte, revertirlas o detenerlas en el mismo momento en que surjan.
Se nos anima tener una vigilancia constante del estado de nuestra mente, sea lo que sea que estemos haciendo, ya sea relajándonos, conduciendo un vehículo o usando Facebook o cualquier otra actividad a la que nos dediquemos.
En la actualidad, no es raro oír presentaciones de budismo que hacen hincapié en la meditación como un método para relajarse. A veces, puede que lleguemos a comprender que todo el budismo tiene que ver con hacer que la mente se relaje, y entonces adoptamos el enfoque del budismo como si fuera un gran masaje espiritual. No obstante, aquí en el contexto de las enseñanzas de Lojong, no es así; se trata más bien de una terapia intensiva para nuestra mente o de una serie de ejercicios intensivos para nuestro corazón y mente. Por tanto, no es solo una relajación en sí misma.
La razón por la que podríamos llamarlo un proceso intensivo es porque en el camino del despertar y en el del adiestramiento mental, lo que intentamos hacer es cambiar nuestros hábitos; y algunos son muy profundos y otros son negativos y no va a ser necesariamente fácil cambiarlos; el proceso de cambiar esos malos hábitos por otros más saludables y constructivos puede que lleve un cierto trabajo duro y de tener experiencias de sentirnos doloridos, así pues, no todo es fácil.
Es importante que tengamos un plan de cómo vamos a cuidarnos de la mente en cualquiera de las situaciones dadas; no deberíamos dejar que nuestra mente se limite a seguir sus hábitos regulares mientras pasamos el día. Si la dejamos que vaya allí donde quiera ir, así es cómo llegamos a ser tercos. Hay un proverbio tibetano que dice: “Las apariencias son expertas en el engaño y la mente es como un niño pequeño que va tras él”. Las apariencias son muy buenas jugándonosla y nuestra mente suele ser como la de un niño pequeño que las persigue. En vez de permitir que nuestra mente se deje engañar por las apariencias una y otra vez, deberíamos cuidar bien de ese niño pequeño, de cerca y con cautela, en vez de dejar que haga lo que desee. Esto es muy importante y por eso se nos anima siempre a examinar nuestra mente para ver en qué tipo de estado se encuentra.
Los grandes maestros kadampa del pasado utilizaban juegos como método hábil para ayudar a ver la mente y su estado. Oímos historias de dichos maestros que tenían un montón de piedras negras y otro de blancas para contar los pensamientos negativos frente a los positivos que habían tenido lugar en su mente. En la lengua moderna, nos referiríamos a esto como a un juego de “mindfulness”, de atención plena. Y podemos basarnos en esa idea. Nos sería difícil llevar encima un montón de piedrecitas blancas y negras todo el tiempo como método para controlar nuestra mente, pero podemos basarnos en ese enfoque de los grandes maestros kadampa del pasado y tomar una actitud de juego creativo con nosotros con la intención de examinar de forma continua nuestra mente y estar atento a las emociones perturbadoras.
Podemos adoptar este enfoque y ver cuál es la proporción de ganar o de perder que tenemos personalmente: cuántas veces ganamos a nuestras emociones negativas, cuántas perdemos, y podemos tan solo intentar hacerlo lo mejor que podamos y ver cómo vamos, cuáles son los resultados y hacer que nuestra mente tenga más hábitos positivos. Es la forma en que podemos esforzarnos en examinar de forma continuada el estado de nuestra mente; pero no sucederá solo por desearlo: “Ojalá que mi mente adopte mejores hábitos” o “Que mis emociones negativas se reduzcan”. No va a suceder solo por pedir este deseo; hemos de esforzarnos en examinar de manera constante nuestra mente, una y otra vez.
El cuarto verso dice:
Cuando vea a seres de carácter desagradable,
abrumados por las malas acciones y por el dolor,
que yo los aprecie como algo poco común,
como si hubiese encontrado un arca de tesoros.
La rama de la práctica indicada por este verso es la de apreciar a los seres agobiados por las malas acciones y por formas duras de sufrimiento. Creo que esta rama está especialmente conectada con la práctica de la compasión.
Aquí se nos anima a considerar nuestros encuentros con seres que tienen una disposición muy negativa o con personalidades muy difíciles, así como nuestros encuentros con seres que están pasando por estados duros de sufrimiento, y con seres que están en el proceso de cometer acciones graves, cometiendo errores muy grandes o realizando acciones que son muy dañinas. Se nos anima a considerar todos estos ejemplos como oportunidades de adiestrarnos en la compasión, de cultivar y mejorar la cualidad de nuestra compasión, haciéndola más amplia y utilizándola. Y lo hacemos también cuando vemos seres que están experimentando formas muy duras de sufrimiento como es la enfermedad. Por supuesto, lo que aquí nos ocupa es muy fácil de comprender, pero cuando se trata de ponerlo en práctica, es muy difícil.
(El Karmapa dice,) Tenemos preguntas, ¿verdad?
(Responde el intérprete,) Sí.
Creo que en estos momentos puede que sea bueno concluir aquí por ahora nuestra exposición sobre Los ocho versos para adiestrar la mente y hablar de los versos que quedan durante la sesión de enseñanzas de mañana y, en la media hora que queda más o menos, responder a alguna de vuestras preguntas que habéis presentado antes.
Pregunta:
¿Habla con los pájaros en esta vida? ¿Y qué dicen? (¡Ah!, me he olvidado de traducir lo de “¿qué es lo que dicen?”). Podemos volver a la segunda parte: El XVI Karmapa, continúa la pregunta, hablaba a los pájaros.
(Su Santidad dice en inglés): Sí, a veces los llamo por teléfono (SSK: No, no, no).
Decía: Cuando era joven y fui reconocido como el Karmapa, unas cuantas personas me hablaban del amor del Karmapa XVI por los pájaros y decían, “A usted también le deben gustar porque a su predecesor le gustaban mucho”. Así que la gente me traía pájaros de todo tipo —loros, etc.—; pero, yo siempre me sentía incómodo dejando a los pájaros en jaulas de acero y nunca me acabó de parecer bien, y nunca me he sentido cómodo con esta situación de tener los pájaros en las jaulas. Para mí, siempre ha tenido más sentido tener a los pájaros…(añade Su Santidad), “porque yo siempre he estado enjaulado”.. Por eso para mí tiene sentido dejar que los pájaros estén en su entorno natural y que se muevan en él como deseen. En cuanto a tener pájaros, no siento que me hayan interesado mucho. “Lo he intentado muchas veces cuando era pequeño, en el Tíbet, pero siempre fracasé. No es demasiado factible tener pájaros allí o cuidarlos; siempre ha sido difícil para mí, pero lo he intentado”.
La pregunta siguiente dice: (en tibetano)
(El Karmapa dice), Primero me tienes que contar lo que quiere decir y luego lo explicas.
Pregunta:
“He estado practicando dharma durante más de 40 años y esperaba que el mundo fuera un poco mejor hacia el final de mi vida. ¿Podría explicar qué es lo que estoy haciendo mal con el estado del mundo actual? Gracias, Karmapa.
Bueno, resulta difícil hacer que el mundo entero sea mejor. Desde cierta perspectiva, podemos reflexionar en el estado del mundo y esperar que perdamos la esperanza, pero por otro lado, a veces vemos a una sola persona que practica la compasión y eso nos puede ayudar a sentirnos más animados porque alguien está practicando la compasión o tenga buen corazón. A veces, nuestro sentir hacia el mundo depende de la conducta que presenciemos. Podemos observar a personas que practican la compasión y se sienten bien con el mundo, pero nos giramos y vemos a otros hacer cosas negativas, y comenzamos a perder la esperanza otra vez. Así que, al final, creo que todo depende de lo que hagamos con nosotros mismos y eso es lo más importante. Si podemos trabajar con nosotros mismos y hacer que seamos mejor persona, entonces desde luego que ayudaremos al mundo, porque reduciremos el número de personas confundidas y con malos sentimientos e incrementaremos el número de personas de buen corazón en el mundo.
Cuando miras esto detenidamente, podemos aceptar que son buenas noticias. Cuando trabajamos con nosotros mismos como personas y nos mejoramos. Aparte de eso, es muy difícil simplemente hacer que el mundo sea un lugar mejor; por ejemplo, yo leo bastante las noticias y leo cierta versión de un periódico digital que tiene una sección con el título de “Buenas noticias”, y las otras secciones no son más que noticias normales. La sección de buenas noticias no tiene muchas actualizaciones con nuevos titulares; de vez en cuando, uno o dos. En todas las otras secciones, hay actualizaciones constantes con nuevos titulares que evolucionan, en su mayoría, de forma desalentadora; pero a veces, eso ocurre porque es lo que las noticias nos cuentan. Aunque no haya sucedido nada que sea chocante en cuanto a cosas positivas y, por tanto, no se informa, sigue habiendo muchas cosas positivas que suceden. Depende de qué cosas buenas somos conscientes que están ocurriendo, y a veces puede depender de lo que las noticias expliquen y en qué se hace hincapié. Hay muchas cosas buenas que suceden y no oímos hablar de ellas y creo que también hay que tenerlo presente.
Pregunta:
La pregunta era ¿Cómo se trata y se acepta la discriminación?
Su Santidad ha dicho que es muy importante empezar reconociendo nuestra característica compartida básica como seres humanos desde nuestro nivel más básico. Eso tiene que ver con cultivar el amor y la compasión. Cuando podemos mirar a otros seres con amor y compasión y quitar todas las etiquetas que ponemos a los demás, vemos entonces que todos somos iguales como seres humanos, y que realmente no hay distinciones que nos separen en el nivel más profundo. Cuando conectemos con ese nivel más profundo, hará aumentar el respeto y el amor que tenemos hacia los demás, y también nos ayudará a estar más cerca los unos de los otros, nos ayudará a movernos hacia un estado de estar más estrechamente conectados los unos con los otros. Por el contrario, si solo seguimos las etiquetas que aplicamos, las proyecciones que hacemos de los demás —y pensamos que esas etiquetas son reales—, entonces nos llevan a estar más y más separados.
En cuanto a trabajar con la discriminación dentro de nosotros mismos, es muy importante conectar con la comprensión de quiénes somos todos nosotros, básicamente como seres humanos, y de cultivar el amor y la compasión que está dispuesta a soltar todas las etiquetas que utilizamos. En relación a ayudar a afrontar la discriminación en la sociedad, creo que cuanto más conectemos con el amor y la compasión que hay en nosotros mismos, más podremos compartirlo con los demás, y eso tendrá un efecto beneficioso.
Creo que por hoy es suficiente. Vamos a dejarlo aquí, y mañana por la mañana cuando volvamos, continuaremos con nuestra explicación del texto sobre el adiestramiento mental y, por la tarde, habrá una iniciación.